Terraformación
El primer disparo llegó sin avisar.
El enorme objeto metálico se colocó exactamente sobre la montaña más grande del panorama, y dejó caer varios chorros de luz azulada sobre ella. Los chorros variaron sus direcciones lentamente, barriendo toda la extensión de la montaña, provocando que se levantara un polvo muy fino que llenó la atmósfera como una densa neblina.
Por muchos dias, la neblina de polvo se fue diseminando por la acción del viento, mientras la gravedad se encargó de asentarlo en la superficie.
Phandor salió de su refugio en los túneles que atravesaban la colina, convirtiendola en un laberinto. En aquellos oscuros pasadizos, se concentraba todo el mundo que él y su especie conocían.
Phandor siempre habia sido un extraño en su tribu debido a su implacable curiosidad. Mientras que otros se alejaban lo más posible de la superficie y de la luz del día (que les lastimaba los ojos debido a su naturaleza nocturna), él se atrevía a permanecer fuera de los túneles incluso hasta que el sol comenzaba a aparecer en el horizonte.
No fue raro, entonces, que fuera Phandor quien se diera cuenta primero de la aparicion de la nave espacial.
Por supuesto, Phandor no tenia forma de saber que aquello era una nave, pues nisiquiera tenía idea de lo que era una. Su primitiva especie no tenia mas que un par de cientos de años que había aprendido a cultivar su propio alimento. Hasta entonces, su especie vagaba por las noches buscando hendiduras en el terreno donde poder introducirse y excavar en busca de las jugosas raíces de la planta que constituia su sustento.
En la superficie, la planta era delgada y dura, cubierta de lo que sólo podria describirse como "escamas", que capturaban la luz del sol para utilizarla como fuente de energía para sus procesos biológicos. Bajo la tierra, eran enormes bulbos fibrosos, que almacenaban un líquido muy nutritivo. Al menos para la vida animal de aquel mundo.
Apenas un par de generaciones antes, los antepasados de Phandor habían aprendido que podian "clavar" la parte superior de la planta en el techo de los tuneles superiores de sus colinas, los mas cercanos a la superficie. Luego rellenaban el tunel nuevamente con la tierra que retiraban al excavar más tuneles. Al cabo de un tiempo, la planta buscaba con su tallo la luz del sol, alargandose hacia la superficie mientras absorbia el liquido que se filtraba por la superficie llenando y creciendo su raíz. Después, podian volver a excavar, extraer la planta, alimentarse de la mayor parte de la raíz, partir su tallo en dos, y replantar ambas partes para producir más. Este descubrimiento, permitió que la especie de Phandor pudiera permanecer en esta misma colina durante tanto tiempo.
Para los habitantes de los tuneles, parecía conveniente pero Phandor podía entender que se habian vuelto perezosos. El no deseaba permanecer siempre bajo tierra, queria saber que había más allá de su colina, quería caminar hasta el horizonte y encontrar el escondite del sol más allá de las montañas. Pero nadie lo apoyaba sus deseos de excursion.
Phandor estaba planeando hacer el viaje (iría solo, si era necesario, pensó) cuando descubrio aquel objeto en el cielo nocturno.
Al principio, pensó que se trataba de una estrella más, pero el objeto se percibía mucho más grande y menos luminoso que una estrella común. Olvidando por un momento su plan de huída, Phandor se dedicó a observar el objeto noche tras noche, y se percató de que cada día parecía volverse más grande, hasta que una noche le vio tan cerca que sintió que podría tocarlo si saltaba lo suficientemente alto. Por supuesto no podría, la ilusión de cercanía se debía a un efecto óptico causado por el gran tamaño de la nave.
Phandor se sentía fascinado por aquel objeto que sobrevolaba el planeta. Algunos dias desaparecia (Phandor suponía que la nave se habia movido más allá del horizonte, donde no podría verle), pero eventulmente volvía y seguia flotando, moviendose muy lentamente, como buscando con detalle algo que hubiera perdido.
Entonces, llegaron los disparos.
Phandor no pudo entender lo que habia pasado hasta que el polvo se terminó de disipar, muchos dias después. Entonces pudo ver que la gran montaña que dominaba el panorama habia desaparecido. La misma montaña sobre la cual aquel objeto habia derramado los chorros de luz.
Phandor comprendió al fin. Los chorros de luz habian convertido a la montaña en polvo.
El siguiente día, la nave se encontraba sobre su colina. Phandor, aterrorizado al deducir lo que ocurriría, revaloró su plan de huir de los tuneles. Sin embargo, Phandor no se sentia listo para dejar, quizás para siempre, el que había sido su único hogar. Resignado, salió y se sento en la superficie de la colina, sobre el suave terreno que se habia formado por el polvo asentado.
Desde ese lugar, Phandor pudo ver un brillo azulado concentrarse en diversos puntos de la base de la nave, antes de que se derramara sobre la superficie de su mundo, pulverizando su colina.
Y con ella, a él y a toda su especie.
Cuando las primeras naves colonizadoras llegaron, los humanos bajaron de ellas, sembraron sus propios alimentos y construyeron pueblos que con el tiempo se convertirian en ciudades.
Pero nunca sospecharon, nisiquiera a traves de los milenios que siguieron a su llegada; cuando ya formaban parte del gran Imperio Galáctico, que mezclado con aquel blando y fértil suelo que los habia recibido tan amablemente, estaban los restos de una joven especie inteligente, que nunca llegaría a madurar.
Inspirado por los eventos ocurridos en El Triunfo de la Fundación, de David Brin, que a su vez extiende el universo de la Fundación de Isaac Asimov.
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