Creaturas de la Bruma
( Historia de amor en cinco SMS múltiples )
I
Vagando por la Ciudad, miro a la gente a mi alrededor andar como sombras sin un Destino, sin un propósito. Unas garras grises e inmateriales toman mis tobillos y empiezan a subir como humo denso por mis piernas, buscando consumirme, convertirme en uno de ellos...
II
Sé que no seré capaz de respirar las densas sombras cuando terminen de consumirme, sé que me asfixiarán y entregarán a la Muerte... pero no me importa, después de todo ¿que me queda que me dé una razón para vivir?
Las frías sombras me han cubierto casi por completo, mi cabeza duele, mi cuerpo sufre, muere lentamente mientras trata de oponerse a ser devorado...
III
Pero ¿que es esa trémula luz que se mueve entre las sombras?
Avanzo con dificultad hacia la pálida luz, cargando con la oscura bruma que no acaba de consumirme, hasta llegar a su origen. te tengo frente a mí, sonriendo dulce pero malévolamente mientras miras el suelo gris. Miro alrededor y veo las sombras danzar en torno a ti, buscando el mejor momento para atacar. Pero tu las ignoras, mientras sigues mirando el suelo, sonriendo, perdida en tus pensamientos...
IV
No me doy cuenta, hasta ahora, que la bruma que me consumía se ha retirado. ¿Es tu luz la que la ha ahuyentado? No... ¡es la mía! ¿que es esta luminosidad que me rodea? ¿me has contagiado tu luz, acaso?
Me acerco más a ti y logro reconocer que has desviado tu mirada en mi dirección por un instante. Doy un paso más cerca de ti, y empiezo a notarte nerviosa. La luz que irradias me lastima, siento mi piel helada ser destrozada en tu presencia, pero al mismo tiempo siento mi propia luz volverse cada vez más fuerte. De rodillas sobre el gélido suelo te encuentro, y me arrodillo frente a ti. Un impulso me domina, una llamada del Destino, y te abrazo.
V
Un instante pareces confundida, pero al siguiente logras tranquilizarte y me devuelves el abrazo. Por el rabillo del ojo, veo tu rostro. Has cerrado tus ojos, y tu mirada ha perdido su maldad... sólo queda su ternura.
Permanecemos abrazados ¿cuanto tiempo? ¿horas? ¿días? ¿meses? ¿años? ¿vidas?...
Y las sombras revoloteando a nuestro alrededor, sin poder acercarse nunca más, no mientras permanezcamos juntos, y tu luz haga que mi luz se encienda, y mi luz se sume a la tuya para mantener a raya a las creaturas de la bruma...
EPILOGO
Te quiero desde siempre, pues desde siempre te he buscado. Y hoy que te he encontrado, y que estás a mi lado, no puedo sino quererte cada vez más, sin límites... Y, aunque este es el final de la historia, no es más que la primera letra de la primera página de nuestra leyenda, una leyenda interminable...
Te quiero, Ari-JiVamoroe.
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