Síndrome del Marionetista

El Síndrome del Marionetista se presenta en relaciones de dominación entre dos personas, en la cual la voluntad mayor de una persona logra someter la voluntad de otra, convirtiéndose en su Marionetista.

El Síndrome del Marionetista afecta a todas las personas, Trascendentales y Comunes por igual. Sin embargo, dada la naturaleza Trascendental es en estas personas especiales en quienes el efecto del Síndrome de Marionetista es mayor. La débil voluntad de las personas Comunes, e incluso una voluntad debilitada de otro Trascendental, son blancos fáciles para ser dominados buscando incluso por si mismos la dominación a causa de la necesidad imperante de tener compañía.

Siendo que el Síndrome del Marionetista es algo prácticamente innato a los Trascendentales (y quizás aún más en las mujeres Trascendentales) se podría considerar que también es un Poder de los mismos. Existen dos reglas que deben cumplirse cuando se tiene cualquier tipo de poder: se debe saber que se tiene el poder y se debe controlar.

Si no se conoce la existencia del poder, existe una alta posibilidad de ir causando destrozos sin quererlo (efecto bien representado en las novelas de Suzumiya Haruhi), y si no se controla, los destrozos se causarán al tratar de usarlo.

Pocas personas saben que tienen el Síndrome del Marionetista, y aún menos lo pueden Controlar. ¿Porque es importante controlarlo? Porque las marionetas tienen vida, y tienen voluntad. Y por ello, existe la posibilidad de que las circunstancias cambien. Mientras la voluntad del Marionetista subyugue la voluntad de la marioneta, la seguirá controlando. Sin embargo, si la marioneta aumenta su voluntad y supera la del Marionetista, la marioneta podrá mover los hilos causando así que en consecuencia se mueva la mano del Marionetista, e incluso más, dependiendo de la fuerza de la marioneta. La Marioneta NO se convierte en Marionetista, simplemente deja de ser controlada y con un gran incremento sostenido de voluntad, los hilos pueden llegar a romperse. Otra posibilidad, más común, es que no sea la marioneta quien gana voluntad, sino que el Marionetista la pierda. Si se da este caso, las marionetas que son controladas tendrán una voluntad virtualmente mayor pudiendo lograr moverse por si mismas y mover las manos del Marionetista.

En ambos casos, cuando el Marionetista pierde el control, sus manos o su cuerpo entero (hablando metafórica y astralmente) empieza a actuar erráticamente, pudiendo incluso mover a otras marionetas al punto de causarles daño al hacerlas golpear entre ellas, o contra el entorno y por supuesto, causándose daño a si mismo.

Un dilema mas que suele surgir entre los Marionetistas, principalmente entre los Trascendentales, suele aparecer cuando se dan cuenta de que lo son y se trata de la culpa por manipular a sus marionetas. Algunos intentan liberarlos. Sin embargo, si la marioneta no tiene la voluntad de ser libre, se aferrará a sus hilos causándose más daño y elevando el sentimiento de culpa de su Marionetista.

Liberar marionetas es un proceso complicado para un Marionetista, pues las marionetas muchas veces se niegan a liberarse y se mantienen atados a las manos del Marionetista aún si éste los ignora. La única forma segura de liberar a una marioneta es cambiando gradualmente la relación de dominación por una relación de amistad, lo cual no siempre es posible, mostrándole a la persona controlada su valía como ente individual para que su voluntad crezca.

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