La chica del Bus (Primera parte)
El bus avanzaba por la avenida con paso constante, ni muy rápido ni muy lento. Y como cada vez que abordaba un transporte público, yo miraba a la gente del otro lado de la ventana, tratando de adivinar “¿Que estarán pensando?”.
El bus se detuvo en la parada cercana a una escuela preparatoria, y varios jóvenes abordaron entre pláticas y risas.
Pero una chica no sonreía. Parecía sería, apesadumbrada. Al menos eso me pareció, durante todo el rato que la observé sentada, de espaldas, frente a mí.
Su presencia y su tranquilidad me intrigaban, me atraían.
- ¿Tienes una pluma que me prestes? – le pregunté de improviso.
Habiéndola sacado de algún pensamiento, balbuceó un segundo para después buscar en su mochila y entregarme un bolígrafo común de tinta negra.
Escribí algo en una hoja de papel doblada en cuatro partes. Luego le devolví la pluma diciendo sencillamente - Gracias –.
Cerca del final de la ruta, ella se levantó de su asiento para prepararse a descender del bus. Cuando lo noté, me levanté rápidamente y le di la hoja doblada en cuatro.
- Toma. Gracias – exclamé en voz baja y regresé a mi asiento.
Ella bajó del bus y se perdió entre la gente.
En aquella nota había escrito: “Me pareces una persona intrigante y hermosa.” junto a mi número de celular y correo electrónico.
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