El fin

En las juntas de trabajo, cuando hay que levantar la mano en una votación, la miran extrañados. No sé que pensarán que significa, pues nadie lo ha preguntado. Quizá creerán que soy gay (una pulsera rosa no se ve en la muñeca de muchos heterosexuales) o quizá solo crean que es incorrecto portar tal adorno en un entorno laboral.

Pero esto no durará mucho tiempo. La pulsera rosa que en un momento simbolizara la importancia que tenías para mi y me llenaba de esperanza, hoy escoce en mi piel.

Unos meses más y volverá a su legítima dueña, si es que no "me abres" antes de siquiera hacer el viaje. Entonces habrá terminado definitivamente y al fin la Leyenda de la Legendaria Familia Katrea.

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