De vuelta al reloj analógico
Resulta que hace como un mes "jugando" con mi celular traté, a la fuerza, de sacarle un juego y cambiarle ciertos sonidos de sistema. Quizá no hubiera estado mal de no ser porque el cable USB usado para conectarlo a la PC ya no hace contacto de manera perfecta así que, por la Ley de Murphy, la comunicación se interrumpió no permitiendo que se cargara la información en el celular y dejándolo inservible.
Han sido semanas difíciles, sin poder escuchar música al ir a dormir, sin forma de enviar mensajes obsesivos y luego enfadarme porque no me responden, y sobre todo, sin reloj de viaje.
Si, lamentablemente el celular era mi único reloj funcional y sin él he estado especialmente paranoico al estar fuera de casa y no saber la hora.
En realidad, no era tan grave dado que, estando de vacaciones, me la pasaba trabajando en la computadora, por lo que tenia un bonito reloj digital disponible todo el día. Pero ahora que comenzaron las clases sentí que debía hacer algo al respecto.
Así que saque un viejo reloj de manecillas que me regaló mi padre, fui a comprarle pilas y correas (las correas originales fueron roídas por cierto animal inútil) y ya forma parte semi-permanente de mi brazo (al menos, hasta tener un celular de reemplazo).
Bien, ahora solo falta recordar como se lee la hora en este reloj.
Comments
comments powered by Disqus